Después de meses de “lo hará o no lo hará”, Elon Musk se enfrenta a una fecha límite ordenada por un tribunal para cumplir su promesa de comprar Twitter por 44 mil millones de dólares.
La persona más rica del mundo y la compañía de redes sociales que él prefiere tienen hasta las 17:00 horas del viernes (tiempo de Delaware) para hacer el trato. Si no lo hace, se programará un juicio en noviembre para determinar si Twitter puede obligar al multimillonario a concretar la compra que prometió, pospuso, intentó cancelar y finalmente aceptó que haría, apuntó la jueza Kathaleen St. J. McCormick.
El día del ajuste de cuentas, después de una amarga ronda de demandas y contrademandas, es casi seguro que terminará en una transacción. Musk aseguró a los banqueros esta semana que cerraría la compra a tiempo. Los bancos que proporcionan 13 mil millones de dólares en financiación de deuda están en proceso de transferir el efectivo, mientras que la Bolsa de Valores de Nueva York dice que está pendiente la acción para suspender la cotización de las acciones de Twitter antes de la apertura del viernes.
Y Musk ya parece estar acomodándose: cambió la descripción de su perfil en la plataforma a “Jefe Twit”, se presentó en la sede de Twitter en San Francisco el miércoles y se dirigirá al personal el viernes.
Musk ofreció una ‘rama de olivo’, negó que planee recortar el 75 por ciento del personal y les dijo a los anunciantes que no quiere que Twitter se convierta en un “infierno de todos contra todos”.
Un acuerdo cerraría una de las peleas de fusiones más polémicas en la historia legal de Estados Unidos y marcaría una nueva era incierta para la plataforma social, que sigue siendo un foro vital pero que Musk dice que planea revolucionar. Si él y Twitter no pueden cerrar el trato por sí mismos, su destino estará en manos de McCormick, posiblemente con el mismo resultado: ella ya ha emitido una serie de fallos contra Musk y es poco probable que aprecie haber cancelado la fecha original del juicio a instancias suyas.
“Me parece que hay un 99 por ciento de posibilidades de que este acuerdo se cierre”, dijo Brian Quinn, profesor de derecho de Boston College que enseña casos de fusiones y adquisiciones. “Todo indica que el Sr. Musk está resignado a su destino”.
A partir de ahora, Musk parece estar encaminado a toda máquina hacia el cierre de la adquisición al precio de 54.20 dólares por acción que ofreció en abril y Twitter dice que está decidido a conseguirlo. Al menos algunos de los inversores en la parte de capital del acuerdo ya han transferido fondos, dijeron a Bloomberg personas con conocimiento del asunto .
Las acciones de Twitter cerraron con una subida del 1.1 por ciento a 53.35 dólares después de la noticia de un memorando al personal el miércoles que decía que Musk se “reuniría con la gente” en la oficina. Ese aumento redujo la brecha entre el precio de las acciones y la oferta de adquisición a menos de 1 dólar.
Las acciones, que han oscilado mucho a medida que avanzaba la disputa, estaban aproximadamente un 40 por ciento por debajo del precio de oferta en un momento a principios de julio después de que Musk dijera que se alejaba de la compra. Se ha acercado cada vez más a la oferta esta semana después del informe de Bloomberg sobre la llamada con los banqueros.
Pero la breve y tortuosa historia del acuerdo de Musk tienen a algunos expertos en guardia para una sorpresa de último, último, último minuto.
“Tratar de predecir lo que Elon Musk va a hacer es una táctica de tontos”, comentó Jill Fisch, profesora de derecho de la Universidad de Pensilvania que se especializa en disputas corporativas de Delaware.