El director general de TikTok, Shou Zi Chew, testificó este jueves 23 de marzo en el Congreso de Estados Unidos en una audiencia sobre las inquietudes en torno a los datos de los usuarios recopilados por la aplicación de videos y a un posible espionaje chino.
Los legisladores han dicho que les preocupa que los datos de los usuarios estadounidenses caigan en manos del gobierno chino y afirmaron que la plataforma amenaza la seguridad nacional y la privacidad de los usuarios, y que podría ser utilizada para promover propaganda a favor de Beijing y desinformación.
Chew intentó persuadir a los legisladores para que no busquen prohibir la aplicación en territorio estadounidense ni obliguen a la empresa matriz china, ByteDance, a renunciar a su participación en la propiedad de la aplicación, testificando que TikTok da prioridad a la seguridad de los usuarios jóvenes. Señaló que la compañía planea almacenar todos los datos de los usuarios estadounidenses en servidores que son operados y son propiedad de Oracle.
Bajo el mando de Chew, TikTok alcanzó los 150 millones de usuarios en Estados Unidos, la mayoría de ellos adolescentes y adultos jóvenes a los que les atrae la interfaz sencilla de la aplicación y su algoritmo adictivo que muestra videos cortos sobre casi cualquier tema.
¿Quién es Shou Zi Chew y cómo ha funcionado TikTok en su dirección?
De 40 años, Shou Zi Chew nació en Singapur, donde vive con su esposa, Vivian Kao, y sus dos hijos. Se graduó en 2006 del University College de Londres y trabajó durante dos años en Goldman Sachs para después mudarse a Estados Unidos para estudiar una maestría en la Escuela de Negocios de Harvard. Chew trabajó dos años como becario en Facebook.
Después de graduarse de su MBA, se convirtió en socio en la firma de capital de riesgo DST Global, donde trabajó cinco años y ayudó a facilitar las inversiones en la compañía que se convirtió en ByteDance. Posteriormente trabajó cinco años en Xiaomi, compañía de teléfonos china, y después fue nombrado director general de TikTok en 2021, reemplazando a Kevin Mayer, exejecutivo de Disney. Chew reporta al CEO de ByteDance, Liang Rubo.
El público estadounidense conoce relativamente poco sobre Chew, a diferencia de lo que sucede con las redes sociales de Silicon Valley, como el director general de Facebook, Mark Zuckerberg, señaló Brooke Erin Duffy, quien estudia las plataformas de redes sociales como profesora adjunta de comunicaciones en la Universidad de Cornell.
“Chew ha estado en un segundo plano en el discurso público hasta ahora, por lo que no tiene la misma reputación que asociaríamos con el conjunto de Silicon Valley, especialmente Zuckerberg”, dijo Duffy.
La mayoría de los estadounidenses probablemente oyeron hablar de Chew por primera vez cuando publicó un video esta semana hablando directamente a los usuarios estadounidenses de TikTok, comentó Duffy. “Así que no tiene la misma reputación que alguien que conocemos, y no tenemos idea de quién es”, añadió.
Pero Chew es muy respetado en las comunidades tecnológicas de Estados Unidos y China, y se consideró que encajaba bien en TikTok por su experiencia en banca de inversión y su paso por Facebook y DST Global, señaló Dan Ives, director gerente de Wedbush Securities, con sede en Nueva York.
“Ganó mucho respeto por el mero hecho de asumir ese papel de alto riesgo en TikTok”, dijo Ives, añadiendo que la empresa probablemente pensó que era la persona adecuada para aliviar las tensiones con los legisladores estadounidenses.
La decisión de Chew de destacar el alcance que tiene TikTok en Estados Unidos podría haber sido contraproducente, y “de hecho, fortaleció el argumento de los legisladores estadounidenses sobre que la plataforma representa una amenaza tanto para la seguridad nacional como para los jóvenes”, comentó Jasmine Enberg, analista de redes sociales en Insider Intelligence.
Enberg señaló que Chew no tenía mucho qué decir para convencer a los legisladores de que TikTok no está vigilada o influenciada de alguna forma por el gobierno chino.
Ives dijo que el testimonio de Chew siempre iba a ser tenso, pero su falta de respuestas concretas sobre el acceso a los datos y la seguridad fue “un desastre” y probablemente sentó las bases para una prohibición.
“Fue una tormenta perfecta y los legisladores estaban preparados”, comentó Ives.