Hay una gran ventaja de trabajar para compañías como Google, Samsung y la NASA (y no nos referimos propiamente al buen salario).
Se trata de un beneficio muy especial y que favorecerá tu salud: en esas empresas todos los empleados pueden tomar una siesta en el trabajo en una cápsula diseñada para dormir.
La cápsula, hecha por la firma con sede en Nueva York MetroNaps, provee también a empresas de abogados, consultoras y aerolíneas, y en general, a cualquier sector de negocios busque "atraer y retener empleados de buena calidad", refirió el CEO, Christopher Lindholst, en una entrevista para el Financial Times.
El dispositivo permite que el trabajador tome una siesta de 20 minutos al interior de una cápsula que lo aísla del mundo exterior con un gran visor, mientras al interior se reproduce música relajante antes de levantar a su ocupante con patrones de luz natural.
Esta tendencia está respaldada por la ciencia. Uno de los mejores argumentos para promover las siestas en el trabajo es el daño que puede causar la falta de sueño.
Un estudio publicado en Nature Medicine resalta que la falta de sueño está asociada a problemas de salud como la obesidad, diabetes, e incrementa los riesgos de derrames cerebrales, ataques al corazón y hasta la muerte.
El estudio, elaborado por neurocientíficos y psiquiatras de universidades de Estados Unidos, Francia e Israel, examinó cómo se comporta el cerebro cuando se le impide dormir. Los resultados mostraron que perder una sola noche de sueño detiene la función normal de nuestro cerebro: las neuronas reaccionan más lentamente que lo usual, por lo que el cerebro toma más tiempo para interpretar estímulos y crear pensamientos conscientes.
Pero entonces, ¿cuánto tiempo es recomendable dormir al día para que el cerebro funcione de forma óptima?
Para personas adultas, lo recomendable es entre siete y nueve horas diarias.
Y en el caso de las siestas, lo ideal es que sean de menos de media hora, para detenerlas antes de alcanzar el sueño profundo.
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Ventajas de la siesta
Investigadores de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria señalaron en 2012 que estar sin dormir es peor que no haber comido para mantener el mismo nivel de actividad mental por la tarde.
Los investigadores recomiendan una siesta vespertina, preferible después de comer, de hasta 30 minutos. Ello se basa en un estudio de personas mayores de 65 años en China, el cual halló que la siesta después del almuerzo mejora las habilidades cognitivas.
En un estudio de la NASA sobre los patrones de sueño de los astronautas también encontraron que la principal función que mejora con la siesta es la 'memoria del trabajo', que es la habilidad de hacer muchas tareas con atención en una sola sin olvidar las pendientes.
En tanto, una investigación de la doctora Sara Mednick de la Universidad de California muestra que la siesta "aumenta la capacidad de atención, detona la creatividad, mejora la percepción, la vitalidad, las habilidades motrices y la puntería, realza la vida sexual, te ayuda a tomar mejores decisiones, te hace ver joven, favorece la pérdida de peso, reduce el riesgo de un ataque al corazón, mejora tu humor y fortalece la memoria".
Algunos 'peros'
Los autores del estudio de la NASA advierten que tomar siestas por mucho tiempo puede llevarte a un sueño más profundo, lo que podría dejarte más cansado cuando te despiertes, un fenómeno llamado 'inercia del sueño'.
Mientras que los investigadores españoles destacaron que un exceso de tiempo en la siesta puede afectar la calidad de sueño por la noche.