Todo comenzó en el cuarto de Adolfo Babatz y en un Starbucks que frecuentaba Vilash Poovala. Hoy ambos cofundadores del agregador de pagos Clip, cuentan con al menos tres oficinas, de las cuales dos se encuentran en Estados Unidos y la más grande en México.
En 2015, la startup que permite cobrar con tarjeta desde cualquier smartphone, creció 800 por ciento y en ese mismo año logró levantar una ronda de inversión Serie A por 8 millones de dólares.
Actualmente, la compañía fundada en abril de 2013, cuenta con una operación estructurada de al menos 35 personas en México y otras 12 entre la oficina de Utah y Menlo Park, California.
"En 2015, tras la firma de la alianza con Sam's Club para la distribución del dispositivo en todas las tiendas y bajo una reestructura en la estrategia para atacar negocios pequeños y medianos, comenzamos a crecer de manera tan acelerada que nos tuvimos que mudar de oficinas", dijo Babatz.
Las nuevas instalaciones de Clip se encuentran en un edificio al sur de la Ciudad de México, donde ocupan un piso y están por ampliarse a otro.
Clip se apega a las normas que gigantes de la tecnología como Google o Facebook han marcado para sus trabajadores: espacios abiertos, sala de snacks, una pequeña biblioteca y centro de entretenimiento son algunos lugares que incorpora.
En la operación pasa algo similar, en lugar de áreas, las denomina vecindades. Una de las más relevantes es Customer Happiness o su centro de atención a clientes.
"La filosofía de la empresa va de la mano de la de Adolfo (Babatz). Para él lo primero es el cliente y hacerlo sentir valioso. Customer Happiness tal cual no es un departamento, sino que comprende la filosofía completa de la empresa", señaló Darinka Moreno, gerente de operaciones.
De acuerdo con Moreno, el nivel de satisfacción de sus clientes es de 99 por ciento.
"Te cuesta mucho dinero y trabajo ganar un cliente y perderlo es muy sencillo, a través de un mal servicio. De entrada un mal servicio es como tirar dinero a la basura. Por eso, el cliente es muy importante dentro de nuestra política de negocio", explicó Babatz.
En las oficinas de Menlo Park y Utah se encargan del diseño del dispositivo y de la ingeniería que permite procesar los pagos.
Babatz resaltó que la visión global que tuvo la empresa desde su nacimiento le permitió integrar talento de diferentes partes del mundo.