Su incursión en el mundo automotriz inició de la mano de Grupo Bimbo junto con quienes crearon y desarrollaron su primer vehículo 100 por ciento eléctrico para reparto de última milla, ahora este vehículo ya va en su cuarta generación y es adquirido por empresas de retail y reparto urbano por su autonomía de 150 kilómetros.
Hace tres años, Giant Motors Latinoamérica tomó la decisión de traer a México autos 100 por ciento eléctricos de la marca de origen chino JAC, buscando dejar atrás la idea equivocada de que nuestro país no está preparado para la electromovilidad.
En entrevista Isidoro Massri, director de JAC México aseguró que comprobaron que las ideas de que “eso solo lo verían las futuras generaciones, que los vehículos son caros, sin suficiente autonomía, que no hay cargadores” y un sinfín de peros, eran solo tabús y el miedo a las nuevas tecnologías lo que no permitían que México diera ese paso.
Por eso, en el 2019 Giant Motors Latinoamérica junto con su red de distribuidores se fijaron el objetivo de demostrar que México sí está listo para la transformación eléctrica.
Las cifras oficiales indican que, en 2021, JAC cerró su participación con un 60 por ciento de las ventas totales de vehículos eléctricos en México; es decir, de las 1,140 unidades eléctricas vendidas que registró el INEGI y la AMDA, casi 700 vehículos fueron de la marca. Y en lo que va de este año ya están es esos mismos porcentajes.
Eléctricos solo para mexicanos
Para iniciar la comercialización de los vehículos eléctricos de JAC, crearon una estrategia para traer estas unidades adaptadas y pensadas en las rutinas del mexicano, en la orografía y calles de las ciudades, así como en las necesidades del mercado nacional.
Isidoro Massri, explicó que el 90 por ciento de los proveedores que intervienen en el armado de los vehículos eléctricos de JAC son mundiales, pero para México su concepción, nombres, colores, altura de amortiguadores, tipos de llantas, seguridad y conectividad son pensados únicamente en el usuario mexicano.
“Empezamos a romper las barreras capacitando a distribuidores y vendedores, resolviendo temas con financieras y aseguradoras, encontrando la respuesta a las preguntas de los consumidores sobre cargadores, infraestructura eléctrica, logrando convenios con CFE y el voltaje, así fue que creamos un 360 para entregarle al cliente una solución y no un problema”, explicó Isidoro Massri.
Flotillas, clave para los eléctricos
Son precisamente estas características las que le están dando la ventaja para que sus unidades se incorporen rápidamente a las flotas corporativas, de retail, de transporte por aplicación y renta diaria.
Así que el crecimiento no solo es en el segmento de automóviles, también lo están logrando en el de vehículos comerciales, ya que han entendido las necesidades de los diferentes nichos del transporte.
El directivo de JAC México - que dicho sea de paso es uno de los más jóvenes en el sector- aseguró que las empresas son las que están captando esta visión por los vehículos eléctricos, algunas impulsadas por sus estrategias a nivel mundial y su responsabilidad con el medio ambiente.
Él sabe que, si convence a un empresario de las eficiencias del vehículo, de los ahorros en combustible, del tema de los cargadores, seguros y mantenimiento, no significa la compra de una sola unidad, si no la adquisición de toda una flotilla.
Además, las flotillas de carga y pasaje, tienen la visión de apoyar al país, tener ahorros y beneficios fiscales es el mercado que más avanza en esta adopción.
Explicó que con un eléctrico se paga el enganche, seguro y placas, tal vez pague un poco más de mensualidad (15 mil pesos aproximadamente), pero al final del mes podrá pagar esa mensualidad sin problema porque habrá dejado de consumir combustible.
Además de que un tanque lleno oscila entre los mil o mil 200 pesos a la semana, lo que se traduce a 6 mil pesos al mes.
“Si se consideran esos dos factores, financieramente con un vehículo eléctrico el rubro de consumo de combustible desaparece, entonces ese dinero va al activo, así que a nivel empresa el balance en el activo sube, el estado de resultados en gastos baja y la utilidad sube en automático”.
Isidoro Massri puntualizó que encontraron los por qué sí, “porque el cambio no es un coche, un motor o el sector automotriz, el cambio es una industria nueva con una transformación cultural de un país y la oportunidad es ahora, no en cinco años después”.