En junio del año pasado el gremio transportista privado auguraba que México podría ser HUB para la producción de camiones eléctricos impulsado por tres motivos: las necesidades del sector, a que en el 2024 en Estados Unidos será requisito que un porcentaje las ventas de las armadoras sea de vehículos cero emisiones, como los eléctricos, y a que más del 50 por ciento de la producción de vehículos pesados de nuestro país se exporta hacia nuestro vecino del norte.
Con la presentación del “Diagnóstico y Recomendaciones para la transición de la industria Automotriz en México”, presentado por la Secretaría de Relaciones Exteriores con el trabajo conjunto de la Universidad de California y la Alianza México, la Secretaría de Economía, CFE, AMIA, ANPACT, INA y el sector industrial, ese objetivo ya tiene una hoja de ruta para saber lo que se tiene que hacer en los próximos años.
Con este documento Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores destacó que vamos a vivir una década de competencia enorme, “quien llegue primero generará más valor y con esta hoja estratégica para el país y la industria, de implementarla bien y rápido dependerá el valor de la economía”.
“El futuro llegó y para 2030 la mitad de los vehículos en México tendrán que ser eléctricos. Estamos a siete años y tenemos que llegar a esa meta”.
La industria
Miguel Elizalde, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) dijo que México es líder en producción y exportación de vehículos pesados, primer exportador de tractocamiones, cuarto exportador y quinto productor de vehículos de carga, y octavo productor de autobuses en el mundo.
Y para mantener ese liderazgo, es necesario tener las bases correctas para la transición a vehículos cero emisiones pasando por vehículos de combustión interna diésel, con diésel de ultra bajo azufre, gas natural, híbridos, eléctricos y hasta hidrógeno.
Además, debe fortalecerse las cadenas de suministro en Norte América con proveedores calificados e incrementar el contenido regional de componentes para mantener el empleo que la industria genera.
Por ahora, las cifras de ANPACT indican que, durante el 2022 la industria de vehículos pesados nacional exportó un total de 145 unidades eléctricas, contra 21 del año anterior; así como alrededor de 612 unidades a gas natural.
En cuanto a la industria de vehículos ligeros, José Zozaya, presidente de Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) expresó que el éxito de esta tendencia en otras partes del mundo, se ha basado en la aplicación de incentivos fiscales y no fiscales para orientar la conducta del consumidor y acelerar la adopción de tecnologías electrificadas.
Destacó que la AMIA, considera indispensable la alineación de objetivos con Estados Unidos en términos de neutralidad de carbono, por lo que realiza un ejercicio que le permitirá contribuir con recomendaciones de políticas públicas positivas y complementarias, a las que el gobierno ha desarrollado para cumplir los objetivos de reducción de emisiones.
La venta acumulada de vehículos híbridos y eléctricos en México durante enero-noviembre de 2022 fue de 45,249 unidades con este tipo de tecnologías, representando el 4.7 por ciento de las ventas totales de vehículos ligeros en el país en ese mismo periodo.
Energía fósil con fecha de caducidad
Y es que la sustitución del sistema energético fósil es imperativa, ya que tiene fecha de caducidad y que la energía del futuro es la electricidad, así lo reconoció Alberto Montoya Martí del Campo, Comisionado Nacional de Mejora Regulatoria de CFE.
“México tuvo una sobre explotación de recursos y yacimientos y las reservas de petróleo solo permiten mantener la actual tasa de extracción por ocho años más, aunque con inversiones adicionales se podrían extender 10 o 15 años más”, indicó.
Asimismo, agregó que el impuso a los vehículos eléctricos y la transición energética que se dará a partir del 2032, implicará que la tasa histórica de 3 por ciento de crecimiento de la demanda eléctrica durante los últimos 20 años en nuestro país, aumente a 12 por ciento.
“Actualmente tenemos 50 millones de vehículos, se estima que ascienda a 62 millones de unidades de aquí al 2030. Por lo que tenemos un impulsor de inversiones las cuales estimamos serán será el orden de 30 billones de pesos para comprar equipos, sistemas, redes y vehículos de aquí al 2050″, reiteró Alberto Montoya.
Por su parte, Isabel Studer, directora de la Alianza México de la Universidad de California indicó que la transición hacia la adopción de vehículos cero emisiones en México, tiene un sentido de urgencia.
Ya que agregó, los cambios geopolíticos a nivel mundial han significado el surgimiento de nuevos jugadores y centros de producción mismos que ya invirtieron de manera temprana en producción de baterías, extracción de materiales esenciales, en negocios innovadores e infraestructura industrial, ganado con ello ventajas en el mercado global”.
“Ya es el fin de las energías fósiles, por estas implicaciones geopolíticas, eso no quiere decir que no vamos a tener vehículos de combustión interna otros 10 o 15 años, pero será importante moverse más rápido hacia el objetivo de las cero emisiones”, puntualizó.
Hoja de ruta
Estos son los 5 ejes de trabajo, resultado del Grupo de trabajo hacia la Electrificación del
Transporte: Diagnóstico y Recomendaciones para la Transición de la Industria Automotriz en
México.
- Innovación: Mesa de trabajo entre la industria, gobierno y la academia
- Capital Humano: Mapeo de necesidades en materia de recursos humanos que se requieren
- Desarrollo de proveedores: Tener Centros tecnológicos sectoriales para la industria automotriz eléctrica.
- Infraestructura
- Inversiones
Fuente: SRE