Ante la demanda de camiones de carga por el ímpetu con el que se está presentando el fenómeno del nearshoring en nuestro país y las ventajas económicas que representa, el arrendamiento vehicular de vehículos pesados se perfila como un modelo de negocios que se fortalecerá en este 2024, con algunos retos a vencer.
Datos del Buró de Estadísticas del Transporte (BTS por sus siglas en inglés) reportan que, durante noviembre de 2023, el transporte de mercancías entre Estados Unidos y México ascendió a 65,800 millones de dólares, un 5.4 por ciento más que en noviembre de 2022; de los cuales, más de 46 mil millones de dólares fueron movilizados por el autotransporte.
La Asociación Mexicana de Arrendadores de Vehículos (AMAVe) confirmó que el esquema de arrendamiento vehicular en el segmento de camiones pesados (incluyendo carga y pasaje) creció 9.2 por ciento durante 2023, cifra que se traduce a que alrededor de 31 mil 379 unidades fueron colocadas bajo dicho esquema.
Este crecimiento se ha favorecido por las ventajas que representa este esquema para el autotransporte sin afectar su flujo de efectivo, como la no descapitalización y la actualización constante de las flotas para evitar su envejecimiento, por lo que más empresas y gobierno se suman a este esquema vehicular.
En entrevista, Fernando Noriega, director general de Idealease, empresa arrendadora, explicó que por el nearshoring el mercado está demandando unidades para la distribución primaria, que son tractocamiones y cajas secas; camiones medianos como los torton y rabones y las unidades refrigeradas.
“Como empresa crecimos 10 por ciento cerrando con un parque vehicular de 1,420 unidades motrices en un esquema ready to rent; en arrendamiento puro con mantenimiento 1,420 unidades y 1,200 remolques; más 800 camiones de clientes a los que les brindamos servicio de mantenimiento y casi 3,000 vehículos dedicados al mantenimiento”, indicó.
Retos y oportunidades del arrendamiento
Sin embargo; de acuerdo con Fernando Noriega existen tres principales retos en este sector: uno el contar con técnicos capacitados para atender el segmento de arrendamiento puro con mantenimiento, ya que al igual que hay escasez de operadores en el país, también hay de técnicos mecánicos.
“Requerimos de técnicos para el diagnóstico de camiones, en lo particular estamos invirtiendo en su capacitación, en refacciones y herramientas compatibles con las nuevas tecnologías, las cuales ahora cambian cada año”,
El segundo reto, que reconocen tanto la AMAVe como Noriega es que, si bien la industria fabricante ya superó la escasez de unidades, aún continúan las demoras en las entregas, en un sector acostumbrado a recibir en 90 días sus unidades, ahora a pesar de que ya la situación está más controlada los tiempos de espera pueden ser de 9 o hasta 12 meses.
El tercero, y que, a decir de Fernando Noriega, podría ser el de mayor impacto para todo el sector, es que el costo de las unidades se ha incrementado hasta en un 50 por ciento en promedio; lo que indudablemente afectará los costos del transporte y la logística, y que lamentablemente se tendrán que reflejar al mercado.
“Los retos son fuertes, pero el nearshoring representa una gran oportunidad para el transporte de carga no solo para la región norte, sino en la zona del Bajío y Centro del país, incluso algunas industrias del sureste. Como empresa vamos a crecer otro 10 por ciento nuestra flotilla y renovar lo que no pudimos renovar en los años anteriores; por lo que este año estaremos invirtiendo alrededor de 55 millones de dólares sólo en estos dos rubros para poder soportar el crecimiento que viene para el país”, finalizó Fernando Noriega.