En total, México tiene alrededor de tres mil islas a lo largo de su territorio. Algunas de ellas son muy famosas y habitadas mientras que otras se mantienen como un paraíso abierto a pocos.
A continuación siete ínsulas mexicanas que ofrecen a sus visitantes atractivos que van desde la relajación hasta el reconocimiento de fauna endémica.
Isla Tiburón
La tierra de Isla Tiburón es sagrada, pertenece a la comunidad seri por lo que cualquier permiso de entrada debe tramitarse con ellos o es necesario contratar a un guía certificado.
Por su extensión territorial, esta isla es la más grande del país, se encuentra en el Golfo de México y pertenece a Hermosillo, Sonora.
No es posible pasar la noche en este lugar, incluso la comunidad seri mantiene sus asentamientos en tierra firme. La razón de su importancia, además de su tamaño, es que da hogar a más de 90 especies endémicas, incluyendo al borrego cimarrón.
Se puede llegar a través de un kayak o una embarcación cruzando por El Infiernillo, un canal de tres kilómetros de largo que emprende su cauce desde Punta Chueca. Ya en la isla es posible hacer esnórquel, caminatas en algunas partes, observación de animales y buceo.
Isla María Madre
Es la más grande de las Islas Marías y la única poblada del conjunto de ínsulas. Entre 1908 y hasta 2019 el lugar albergó el Complejo Penitenciario de Islas Marías que ahora se utiliza como un centro de educación ambiental.
Las islas se encuentran en Nayarit, para llegar es necesario tomar una embarcación desde Mazatlán o desde San Blas. Además de contar con museos y plazas para recorrer a pie, tiene animales endémicos como el loro cabeza amarilla y el mapache de las Islas Marías.
También es indispensable hacer una reservación para poder acudir, la recomendación es hacerlo al menos con dos semanas de anticipación. Sólo se puede visitar de jueves a domingo.
Isla Guadalupe
Es mundialmente conocida por ser uno de los mejores lugares para nadar con tiburones blancos y por tener una limitada población de la casi extinta vaquita marina. Isla Guadalupe fue hogar de nueve especies endémicas de aves, actualmente sólo pueden verse tres de ellas debido a que la industria peletera introdujo animales domésticos que extinguieron oficialmente al resto de los animales.
El acceso a este pedazo de tierra en Baja California es muy estricto, no es posible tocar tierra a menos que se cuente con una licenciatura en biología o geología; sin embargo, sí es posible acercarse a ella en barcos certificados para poder nadar o bucear con tiburones blancos.
La mejor temporada para esta experiencia es entre agosto y noviembre, las expediciones suelen durar entre tres y cinco días, todas las noches de duración de los tours se pasan dentro de los barcos que zarpan desde Ensenada.
Isla de la Pasión
Se encuentra al norte de Cozumel, su extensión es de apenas un kilómetro pero se ha hecho famosa por su playas y la facilidad para hacer eventos en sus aguas. Su ubicación permite que en ese pequeño espacio existan al mismo tiempo tres tipos de ecosistemas: manglar, la selva y los arrecifes de coral.
En la isla se pueden hacer varias actividades acuáticas, destacan el esnórquel y kayak. Dado que sus aguas son poco profundas, también cuenta con un parque acuático sobre el mar, hamacas flotantes y actividades deportivas sobre la arena.
Para quienes prefieren más privacidad también es posible rentar un yate de lujo para recorrer las áreas naturales o para pasar el día a la deriva del mar. A la ínsula también llegan al menos nueve líneas diferentes de cruceros.
Isla Blanca
Aunque es conocida como isla, este espacio es una pequeña península al norte de Cancún que toma su nombre de lo prístino de sus arenas. Es posible llegar en auto o en autobús hasta su extensión.
Debido a la poca intervención humana, todavía habitan en ella varias especies de aves como pelícanos, flamencos y tucanes.
También es hogar de mamíferos como monos y tlacuaches, y peces de todo tipo. Precisamente, por la variedad de su fauna marina es un lugar ideal para hacer pesca deportiva.
La playa es completamente pública, permite la entrada de mascotas siempre y cuando tengan correa, cuenta con baños públicos y estacionamiento. Es recomendable llevar sombrillas y sillas de playa pues no cuenta con palapas, camastros o restaurantes.
Archipiélago Revillagigedo
Este conjunto de islas en Colima forma parte de la Lista de Patrimonio Mundial Natural de la UNESCO. Está conformado por Islas Socorro, Clarión, San Benedicto y el Islote Roca Partida, y la zona marina circundante.
Para llegar es necesario tomar una embarcación desde Manzanillo, que se encuentra a unos 800 kilómetros, o desde Cabo San Lucas que se encuentra a 400 kilómetros.
El archipiélago tiene características geológicas muy particulares, es precisamente esta cualidad la que ha causado la conservación y visita de sus aguas y sus tierras. Cuenta con volcanes activos y una fauna y flora inigualables.
No hay hoteles ni ningún tipo de infraestructura en las islas que conforman Revillagigedo, la única manera de acercarse a las aguas es en barcos. Dado que funciona como refugio de muchas especies marinas, es considerado como uno de los mejores lugares del continente para bucear.
En sus aguas nadan tiburones martillo, tiburones sedosos, tiburones punta blanca, delfines, mantarrayas y más. Es necesario ser experimentado en las inmersiones e ir con guías certificados debido a que las corrientes marinas suelen ser fuertes.
Isla del Carmen
Está a 18 kilómetros de Loreto, fue ocupada por jesuitas quienes descubrieron un depósito de sal dentro de ella y explotaron sus beneficios por muchos años.
Actualmente la salinera está cerrada pero quedan los restos de las casas e instalaciones que algún día fueron ocupados, a ese pedazo de la isla le llaman pueblo fantasma y está completamente abierto para los visitantes.
Cuenta con varias playas y arrecifes a los que se puede llegar nadando o en kayak. Además tiene cuevas marinas y los restos de un barco que naufragó y que ahora brinda refugio a cientos de peces. En ocasiones a estas aguas llegan bancos de sardinas y delfines.