Mirar desde las alturas la ciudad es una de las experiencias que brinda el montañismo, un deporte que está pensado para los viajeros aventureros que gozan de la naturaleza y en la Ciudad de México, sólo se necesitan ganas de divertirse y conquistar la cima, tal y como describen los especialistas en este deporte de aventura.
Se puede practicar tanto en zonas naturales al exterior o interior, como son las paredes artificiales de práctica y aprendizaje dentro de gimnasios.
Pero si lo que se desea es un sitio natural, en la capital puede practicarse esta actividad en Los Dinamos, el Ajusco y Ciudad Universitaria (aquí tanto en las cabeceras norte como sur), donde hay paredes naturales de varias inclinaciones.
Bernardo Aldasoro, director administrativo y guía de turismo de aventura en México Travesías, comenta que esta actividad nace derivada de la ambición de los hombres por conquistar las alturas y ahora es un deporte extremo que se puede experimentar a cualquier edad.
En Los Dinamos existen cuatro paradas, el primero, segundo cuarto, y el cuarto y medio, términos con los que se denominan las dificultades de la zona, sin embargo, el más fácil para quienes inician por primera vez es el segundo cuarto, por el tipo de ruta en la que se incluye una caminata de entre 20 y 30 minutos mientras se disfruta del paisaje, explicó por otra parte Quetzali Galindo, guía de turistas.
En espacios cerrados
Para los viajeros primerizos, los expertos recomiendan realizar prácticas de acondicionamiento físico en paredes artificiales donde la técnica se denomina bulder, la cual es una modalidad que consiste en apoyarse en bloques de roca, sin la necesidad de usar el equipo de protección convencional, pero sí un colchón para no lastimarse en caso de caída.
En la ciudad hay salones o muros artificiales para la práctica de este deporte que se han convertido en gimnasios de entrenamiento como Casa Bulder, Vertimanía, o el Escalódromo Carlos Carsolio dentro de los más conocidos, pero hay muchos gimnasios que cuentan con uno, así como con instructores profesionales.
Se recomienda para personas de cualquier edad pero con la condición de que no tengan problemas de espalda, dice Gustavo Mejía, guía de montaña, quien en la actualidad brinda un curso para escalar el Aconcagua.
• El equipo se compone de cuerdas, arneses, casco, mosquetones, ochos o fierros, ATC (dispositivo de seguridad de freno), incluso zapatos especiales, conocidos como Pies de Gatas, o tenis en sustitución.
• Regularmente el equipo es proporcionado por la agencia que se encarga de realizar la expedición (a excepción de los zapatos).
• Se escala por las mañanas para aprovechar el día, algunas agencias incluyen el lunch, otras regularmente lo hacen al gusto de los clientes.