La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) recortó en 25 puntos base la tasa de interés para dejarla en 11 por ciento, el primer recorte desde el 11 de febrero de 2021, pero los analistas no esperan que sea el comienzo de un ciclo de recortes continuos.
La autoridad monetaria señaló que en las siguientes reuniones tomará sus decisiones en función de la información disponible. También tendrá en cuenta el progreso de la inflación y los retos que aún prevalecen, a fin de propiciar la convergencia ordenada y sostenida de la inflación a la meta de 3.0 por ciento.
“La Junta de Gobierno vigilará estrechamente las presiones inflacionarias, así como todos los factores que inciden en la trayectoria prevista para la inflación y en sus expectativas”, indicó en el anuncio de política monetaria.
Sergio Luna, economista en jefe de Mifel, afirmó que era esperado el énfasis en que las siguientes decisiones serán con base en información disponible. Esto haría que en mayo se mantenga la tasa y baje de nuevo en la reunión del 27 de junio. “Eso va a depender mucho de cómo se comporte la inflación. En el verano probablemente veamos un pico de alrededor de 4.8 por ciento. Qué tan rápido baje va a ser importante para definir si pueden ser más agresivos”, dijo.
En entrevista con El Financiero Bloomberg, Alfredo Coutiño, director de análisis económico para América Latina en Moody’s Analytics, dijo que hay dudas en que no sea un ciclo continuo, ya que algunos miembros de la Junta de Banxico han declarado que un recorte no representaría el inicio de acciones similares consecutivas.
Jason Tuvey, economista jefe adjunto de mercados emergentes en Capital Economics, manifestó que el hecho de que la votación estuvo dividida y que Banxico no se comprometió a realizar más recortes de tasas refuerza la opinión de que la flexibilización monetaria procederá solo gradualmente.
Los votos a favor de bajar la tasa fueron de la gobernadora Victoria Rodríguez y los subgobernadores Galia Borja, Jonathan Heath y Omar Mejía; mientras que Irene Espinosa buscó mantener la tasa en su nivel previo, de 11.25 por ciento.
Pese a que José Luis Ortega, director de inversiones activas en BlackRock México, indicó que el recorte no necesariamente representa el inicio de un ciclo de relajación monetaria, contempló que seguirán. Lo anterior, al destacar que la tasa real ex ante aún está en niveles elevados (7.2 por ciento).
Ajusta expectativas de inflación
Banxico hizo ligeros ajustes a sus estimados de inflación. Para la general, en el segundo trimestre de este año pasó de 4.7 por ciento a 4.6 por ciento, pero para el segundo y hasta el cuarto trimestre la elevó marginalmente. Ahora espera que el indicador cierre el año en 3.6 por ciento, desde 3.5 por ciento.
No obstante, sigue esperando que la inflación general regrese a la meta en el segundo trimestre de 2025. La inflación subyacente también tuvo cambios. Solo para el primer trimestre de año aumentó de 4.6 a 4.7 por ciento; para el segundo, de 4.1 a 4.2 por ciento; y para el tercero de 3.7 a 3.8 por ciento.
Alejandro Saldaña, economista en jefe de Bx+, observó que al banco central todavía le queda un largo camino por recorrer. La discusión será cuál es el nivel neutral de la tasa de interés una vez que la inflación parezca estar en niveles más cercanos a la meta, observó en entrevista.
Riesgos para la inflación
Banxico remarcó que el balance de riesgos sigue al alza, pero previó que el proceso desinflacionario siga su marcha.
Entre los riesgos al alza para la inflación, enumeró la persistencia de la inflación subyacente, depreciación cambiaria, mayores presiones de costos, que la economía muestre una resiliencia mayor a la esperada, afectaciones climáticas; y un escalamiento de conflictos geopolíticos.
A la baja, detectó una desaceleración de la economía global mayor a la anticipada, un menor traspaso de algunas presiones de costos, y que los niveles más bajos del tipo de cambio en relación con los primeros meses del año pasado, contribuyan más de lo esperado a mitigar ciertas presiones inflacionarias.