Unifin Financiera impulsó alrededor de una quinta parte de la negociación de sus propias acciones en las semanas previas a un colapso que provocó la caída de dichas acciones y unos 2 mil 400 millones de dólares en bonos del mayor prestamista no bancario de México.
Desde finales de junio hasta el 4 de agosto, un fondo de recompra de Unifin gastó 12.9 millones de pesos en la recompra de 800 mil 776 acciones, según documentos de la bolsa de valores. Eso representa el 22 por ciento del volumen total durante ese período, según muestran los datos recopilados por Bloomberg.
En los 12 meses anteriores, la empresa que arrienda equipos a pequeñas empresas gastó casi 25 millones de dólares para respaldar las acciones, al tiempo que aseguraba a los inversionistas que tenía amplio acceso a alternativas de financiación.
Las recompras de Unifin probablemente ayudaron a respaldar el precio de las acciones antes de su caída y provocaron sorpresa entre los inversionistas de bonos cuando la compañía gastó efectivo en las compras antes de decirle al mercado que pasaba por dificultades financieras.
La confianza en los prestamistas no bancarios de México colapsó este año después de que los incumplimientos de Crédito Real SAB y Alpha Holding SA hicieron caer los precios de las notas para el sector.
Los inversionistas extranjeros enfrentan pérdidas de alrededor de 5 mil millones de dólares en notas globales de los prestamistas no bancarios de México, a veces conocidos como bancos en la sombra, ya que no aceptan depósitos y operan bajo menos escrutinio que otras instituciones financieras. En los años previos a la crisis, los prestamistas habían registrado un sólido crecimiento de la cartera respaldado por una avalancha de financiamiento global.
“No es sorprendente ver ese tipo de jugarreta, de parte de una empresa mexicana en dificultades financieras”, dijo Roger Horn, estratega sénior de SMBC Nikko Securities America en Nueva York.
El presidente y accionista mayoritario de Unifin, Rodrigo Lebois, lidera ahora las conversaciones de reestructuración con los tenedores de bonos después de que las acciones y los precios de las notas se desplomaran a principios de este mes cuando Unifin dijo que suspendería los pagos de cupones y capital.
La firma argumentó haberse quedado sin opciones de financiamiento debido al contagio en todo el sector y que algunas líneas de crédito no pudieron ser renovadas. Las acciones de la compañía han perdido aproximadamente 830 millones de dólares en valor de mercado desde su máximo de enero, mientras que los bonos ahora cotizan alrededor de 15 centavos por dólar.
La precipitada caída en el precio de las acciones antes de que Unifin revelara que detendría los pagos habría provocado informes de ambas bolsas de México al regulador de valores del país para buscar signos de uso de información privilegiada y manipulación, según las regulaciones.
Un representante externo de la empresa declinó responder las preguntas de Bloomberg News. El regulador mexicano de valores, CNBV, no respondió a una solicitud de comentarios.
El fondo de recompra operó por última vez el 4 de agosto. Al día siguiente, un viernes, el volumen de operaciones de Unifin subió a 2.5 veces el promedio reciente de 15 días cuando los inversionistas cobraron alrededor de 300 mil dólares en acciones.
El 8 de agosto otro aumento en las operaciones hizo que las acciones cayeran un 15 por ciento, lo que provocó una suspensión de las operaciones. Cuando se produce un movimiento del 15 por ciento, las empresas deben presentar un formato que revele el conocimiento de cualquier motivo del movimiento y que certifique que ninguna persona con información privilegiada ha estado operando antes de que se levante la suspensión. Unifin nunca presentó tal documento. Justo antes de la medianoche, la compañía dijo que detendría los pagos de los bonos.