No hay 15 de septiembre en el que falte en la mesa o la conversación el tan ansiado y exquisito pozole, platillo cuyo origen ha despertado controversia.
En 2010, la gastronomía mexicana fue declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad debido a su riqueza, diversidad y tradición. La historia jugó a favor de la herencia gastronómica de México y de sus grandes exponentes como el pozole.
Te contamos algunos datos que no conocías acerca del protagonista número uno de las noches mexicanas.
Pasado prehispánico
Mucho se ha hablado acerca del origen ‘caníbal’ del pozole. De acuerdo con información del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, el platillo original se remonta a un ritual en la antigua Tenochtitlán.
En el campo de batalla un guerrero tenochca capturaba a un enemigo con el mismo rango. El prisionero recibía tratos honorables previos al sacrificio. Una vez realizada la ejecución ceremonial, el vencedor llevaba el cadáver a su casa “cocían la carne con el maíz, y daban a cada uno un pedazo de aquella carne en una escudilla o caxete, con su caldo y su maíz cocida”, recoge Fray Bernardino de Sahagún en su obra la Historia general de las cosas de Nueva España.
A este pozole se le llamaba ‘tlacatlaolli’.
Variedad especial
Especies de maíz hay muchas, sin embargo solo una es apta para preparar el pozole y debemos contarte que no solo lo has probado en este platillo.
El cacahuacintle cuya palabra se deriva del náhuatl cacahuacintli se divide en dos vocablos: cacahuatl (cacao) y centli (maíz). Esta especie de maíz se cosecha para el prototípico consumo del pozole, o bien hervido, asado o guisado.
Este tipo de maíz es muy común y abundante en las épocas de lluvias. Lo puedes encontrar en los puestecitos de esquites de tu colonia, listo y humeante para saborearse con mayonesa, limón, sal o al natural.
El gusto se rompe en géneros
No hay temeridad cuando de variedades y tipos de pozole se trata. En las últimas décadas se han extendido las opciones de pozole: de camarón, de setas (o vegano) y hasta de lengua de res.
Sin embargo, para tradición nos remitimos al clásico pozole blanco, al rojo (chiles secos y jitomate) y el inconfundible pozole verde de Guerrero elaborado a base de tomate verde. En la Ciudad de México hay dos lugares que se distinguen por preparar los mejores pozoles verdes: El ‘Pozole Moctezuma’ en la Guerrero y Casa Licha Pozole en la colonia Justo Sierra.
Calado y garantizado por el IMSS
A través de sus redes sociales el Instituto Mexicano del Seguro Social dio a conocer algunos datos nutricionales de los platillos típicos mexicanos.
Respecto al pozole señaló que un plato grande aporta de 240 a 270 calorías, y destacó que es una de las opciones culinarias para fiestas patrias más completas ya que incluye prácticamente todos los grupos de alimentos:
- Cereales (grano pozolero)
- Porción de origen animal (pollo, res, cerdo o pescados/mariscos)
- Frutas y vegetales (rábanos, lechuga, cebolla, aguacate, jitomate)