“¡Grrrr!”, gruñe tu panza, y para calmar esa hambre bestial, en el Mercado Río Blanco se escuchan las pisadas de un huarache monumental con forma de pata de gorila, en un lugar llamado Pisadas de King Kong.
Este invento nació en un negocio con tradición de 44 años, este 16 de enero fue su aniversario, venden todo tipo de antojitos, pancita, migas y comida corrida, pero la fama de estas “patotas” abarca todo el barrio.
La peculiar forma de sus garnachas son una ocurrencia de doña Margarita Tepale, a quien desde niña le gustaban los gorilas.
Un día, hace 20 años, doña Margarita comenzó a hacer huaraches muy grandes y tuvo la idea de que se llamaran Pisadas de King Kong, las cuales ahora dan nombre al establecimiento.
Son únicas en la Ciudad de México, se elaboran en un molde que ella mandó a hacer para que cada base fuera igual.
La máquina se observa en su establecimiento, tiene un funcionamiento de rodillo similar al de las tortillas, pero corta la masa con la forma de pisada, en varias ocasiones han afirmado que está patentada.
¿De qué número calzan estas ‘patas de gorila’?
Cada pisada calza 38 centímetros y, según la variedad, pueden pesar hasta tres kilos, suficiente para acabar con el antojo de toda una isla, o bien, de un alma chilanga “de buen comer”.
Después de salir de la máquina, cada Pisada de King Kong recibe un baño de aceite en el comal.
Ya doradita, se le ponen frijolitos, cebolla y queso, como todo buen huarache, los cuales luego son aplastados por el resto de sus ingredientes y, para coronar a esta “pata de rey gorila”, lleva cebollitas, nopales, papas y una salsa salvaje.
Las primeras se preparaban con pierna, jamón y quesillo, ahora hay cerca de 30 combinaciones distintas con ingredientes como carne enchilada, chorizo, milanesa, champiñones, chorizo argentino, pastor, chuleta, huevo, arrachera, bistec y mucho más.
El Máster, por ejemplo, lleva enchilada, cecina natural, costilla, tocino, chuleta, pierna, jamón, milanesa y quesillo, pesa cerca de tres kilos y está listo para devorarte.