Las calles de la Ciudad de México se recorren a mordidas, con esas tortas cubanas que se venden en puestos semifijos, torterías antiguas y loncherías, ¿pero vienen de Cuba o son chilangas?
Este platillo es una torre que empieza con una telera a la mitad, rellena de de pierna, queso Oaxaca, queso amarillo, Chihuahua, milanesa, salchicha y otros ingredientes que van y vienen. Antes de cerrarse no faltan sus rebanadas de aguacate y rajas o chipotle.
En la actualidad se le llama torta cubana a diversas preparaciones, a veces se refiere en general a las elaboradas con las enormes teleras que, a diferencia de otras, son calientes, se pasan por la plancha para comer al momento, con el quesillo todavía derramándose por un lado, en los puestos así se anuncian con rótulos “tortas gigantes” o “ricas tortas cubanas”.
Sin embargo, también se habla en particular de la que contiene pavo, pierna o lomo de cerdo horneado, aunque quizá por practicidad, en algunos sitios suele reemplazarse el lomo por pierna española, que es curada.
¿Cuál es el origen de las tortas mexicanas?
Antes de llegar las tortas cubanas, comenzaron a venderse en la Ciudad de México las tortas compuestas, los torteros recorrían las calles con sus canastas llenas de teleras preparadas desde finales de los años 1800, eran frías.
En ¡Vivan los tamales!, el historiador Jeffrey M. Pilcher explica que existe la posibilidad de que el emparedado mexicano se popularizara con la difusión del consumo de trigo, hacia finales del siglo XIX.
Como referencia, el especialista menciona que el periodista Artemio de Valle Arizpe describió en esa época a algunos de los primeros vendedores de tortas de la capital porfiriana, además, en una obra de 1899 llamada Las luces de los ángeles ya aparece un tortero como personaje y José Vasconcelos decía haber servido tortas de pollo y sardinas en una fiesta estudiantil de ese entonces.
Fue la época en que Armando Martínez Centurión comenzó a vender en 1892 y lo consideran el primer tortero del país, él fundó Tortas Armando, la tortería más antigua de la capital que sigue existiendo a la fecha.
Además, en 1901 se fundó La Casa del Pavo, de los primeros en vender cubanas en la década de los 60, que abrió a un par de locales del de Tortas Armando, donde en esa época vendían de lomo, pollo y agua de chicha en el callejón del Espíritu Santo, actualmente conocido como calle de Motolinía.
¿Por qué se llaman tortas cubanas?
Al igual que muchos otros alimentos legendarios, como el pozole, los pambazos, las micheladas y el mole, las tortas cubanas tienen más de un mito de su creación.
En el origen de los platillos es complicado comprobar quién es el autor ‘verdadero’, pero no faltan las historias con sabor. En el caso de las tortas cubanas, hay tres posibles orígenes, coinciden en que se popularizó en la década de los 60 en la Ciudad de México.
Fidel Castro en La Casa del Pavo
Una de las historias que tiene nombre y apellido pasó en La Casa del Pavo y se relaciona con el político cubano Fidel Castro, quien estuvo en México en la década de los 50 y afirman que solía reunirse con ‘El Che’ Guevara en ese establecimiento de Motolinía.
Felipe Mendoza Gómez, quien trabaja desde hace más 25 años en esta tortería, contó en una cápsula de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) que en esa época Castro acudió a La Casa del Pavo y pidió que se le preparara una torta a su gusto.
El político de Cuba dijo paso a paso al lonchero qué ponerle: pechuga de pavo, jamón y queso, además pidió que se planchara el pan, “así se quedó aquí la torta cubana, nació aquí”, dice Mendoza.
Don Polo, el tío de ‘Memo’ Ochoa
Otra versión se relaciona con el tío del futbolista mexicano Guillermo ‘Memo’ Ochoa: Leopoldo, conocido como Don Polo.
La familia del portero ha trabajado un negocio llamado Tortas Don Polo, en la esquina de Avenida Coyoacán y Félix Cuevas.
El fundador es Leopoldo Sánchez Preciado, quien nació en Colima y para la década de los 50 ya se dedicaba a la venta de jugos y licuados en la Ciudad de México.
En ese entonces se le ocurrió empezar a vender tortas calientes, las cuales tuvieron éxito y en 1960 inauguró el icónico restaurante de Félix Cuevas; con el tiempo abrieron otras dos sucursales.
Don Polo y Guillermo Ochoa (papá de Memo) figuran en leyendas que se cuentan por voz popular: se dice que uno inventó la torta cubana y otro la suiza, la favorita del futbolista.
La historia dice que Polo buscaba representar la Crisis de los Misiles de Cuba en una torta, así que en los 60 hizo una que llevaba pavo (en referencia a las piernas de las mujeres cubanas) y queso americano (por los estadounidenses).
En la actualidad, su torta cubana lleva pierna horneada, jamón y queso.
Los torteros de la calle de Cuba
Una tercera versión señala que en la calle de Cuba, en el Centro de la Ciudad de México, había muchos torteros a inicios del siglo XX.
Ahí se vendían tortas rellenas de todo, por lo que en referencia a la calle se les nombró cubanas.