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Compra de Iberdrola: Así queda el control de AMLO sobre el sector energético

“Esta transacción no implica aumentar la deuda pública presupuestal más allá del costo de adquisición de 51 por ciento de la misma y, en esa medida, no presiona las finanzas públicas”, afirmó Hacienda.

AMLO, como se conoce al presidente, ha dicho que el acuerdo sería un 30 por ciento más barato que construir la capacidad de generación eléctrica desde cero. (Bloomberg).

El presidente Andrés Manuel López Obrador aumentó su control sobre la industria eléctrica del país, después de obtener luz verde para comprar una participación mayoritaria en activos energéticos de Iberdrola.

El acuerdo logra un objetivo clave para el presidente, que ha buscado fortalecer a los productores estatales de energía y debilitar las reformas proempresariales en el sector de la generación eléctrica aprobadas por el Gobierno anterior. El trato había generado preocupación entre las empresas internacionales acerca de las intervenciones estatistas del presidente en la economía.

El regulador antimonopolio del país aprobó el jueves las compras a Iberdrola siempre que los activos energéticos se operen de forma independiente. El regulador estableció condiciones, entre las que se incluyen limitar la participación del Gobierno al 51 por ciento y exigir que un administrador independiente esté a cargo de las operaciones.

¿Cómo queda la participación de CFE después de la compra de Iberdrola?

La transacción de 6 mil millones de dólares, que permitirá al gigante energético español vender su participación en 12 centrales eléctricas que funcionan con gas natural y un parque eólico— daría a la mexicana estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE), una participación en el mercado eléctrico nacional superior al 55 por ciento. La participación del Gobierno se limitará al 51 por ciento como parte de un acuerdo anterior; el resto irá a manos de inversionistas privados.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dijo que la decisión permite al Gobierno convertirse en líder en el sector de la generación eléctrica del país y que no afectaría la competencia.

Esta transacción no implica aumentar la deuda pública presupuestal más allá del costo de adquisición de 51 por ciento de la misma y, en esa medida, no presiona las finanzas públicas”, afirmó.

AMLO, como se conoce al presidente, ha dicho que el acuerdo sería un 30 por ciento más barato que construir la capacidad de generación eléctrica desde cero, aunque algunos analistas han dicho que las plantas están envejeciendo y que sería mejor gastar los fondos en proyectos renovables para ayudar a cumplir los compromisos climáticos de la nación.

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