El régimen teocrático de los ayatolas de Irán cuenta con cuerpos policiales para que la población cumpla con las severas reglas religiosas del Islam, que aplica sanciones para quienes las incumplen. La denominada policía moral se ha caracterizado por ejercer prácticas del temor que frecuentemente conducen a la muerte de los ciudadanos implicados en violaciones mínimas de la Saharia, la ley islámica.
En este contexto, el pasado 15 de septiembre murió Mahsa Amini, una joven de 22 años, que fue arrestada por la policía moral por llevar mal puesto el velo, que en 1979 el Ayatola Jomeni, declaró uso obligatorio para las mujeres, “sin él las mujeres estaban desnudas”.
La denominada policía Moral se ha caracterizado por ejercer prácticas de terror que muchas veces conducen a la muerte de los ciudadanos en violaciones mínimas. Mahsa Amini fue arrestada en una estación del metro de Teherán la semana pasada acosada de violar las leyes de moralidad por llevar mal puesto el velo.
Mahsa Amini fue llevada a un centro de detención por la policía religiosa donde iba a ser “educada” sobre las leyes morales. Al poco tiempo de llegar, entró en coma, supuestamente tras recibir golpes en la cabeza, testigos dijeron que vieron como golpeaban a Amini en un vehículo de la policía cuando se dirigía al centro de detención.
De acuerdo a la policía la joven de forma repentina sufrió un problema del corazón y fue inmediatamente trasladada a un hospital donde murió. Sin embargo, su familia afirmó que ella no tenía problemas médicos preexistentes. Murió el viernes 16 de septiembre. Las explicaciones de la policía no han convencido a muchos iraníes, sobretodo a los jóvenes, que han mostrado en redes sociales indignación.
Varias ciudades de Irán han atestiguado protestas a gran escala recientemente exigiendo el fin de las leyes morales y de la policía moral. Las fuerzas de seguridad iraníes reprimieron brutalmente las manifestaciones contra su muerte, incluso en el funeral de Amini. La represión por parte de la policía y el ejército ha sido brutal, particularmente en la región Kurda de Irán de donde era originaria Amini.
La nota de la muerte de Amini causó tanto revuelo que el presidente de Irán, Eprahim Ralsi, ordenó una investigación para aclarar lo sucedido (?). Por su parte, Amnistía Internacional (AI) pidió una investigación criminal por la sospechosa muerte de la joven bajo custodia policial. El grupo de derechos humanos calificó las leyes que hacen obligatorio el velo de “abusivas, degradantes y discriminatorias”.
El clérigo reformista Mohamad Ali Abtah, que ocupó la vicepresidencia de Irán entre 2001 y 2004 escribió en Twitter que lo sucedido con Amini es suficiente para que varias generaciones de jóvenes odien a la religión.
Por otra parte, muchas mujeres se han quitado el velo y han quemado la bandera iraní en protesta, a medida que aumenta la ira por las estrictas restricciones sociales y la brutalidad policiaca. También se han sumado hombres, algunos rapándose la cabeza en señal de solidaridad con las mujeres. Hay temor como en el pasado que las fuerzas de seguridad sigan reprimiendo brutalmente a los manifestantes.
La República Islámica de Irán es un estado fallido que ha asesinado a miles de personas indefensas. Los ayatolas usan su fuerza brutal como un sistema para someter a todo el mundo.