La pandemia de COVID-19 ha dejado una marca indeleble en la industria restaurantera, desafiando las normas establecidas y obligando a los restaurantes a repensar fundamentalmente su forma de operar. En un intento por comprender el panorama cambiante, la empresa de auditoría y consultoría, Deloitte, llevó a cabo una encuesta en 2021, revelando preocupaciones generalizadas sobre el futuro de los restaurantes. Sin embargo, dos años después, una nueva encuesta arroja resultados sorprendentes: el deseo de salir a comer no ha disminuido y, de hecho, muchos clientes han aumentado su consumo tanto en los establecimientos como a domicilio. Esta tendencia hacia una mayor demanda de restaurantes refleja un cambio fundamental en las preferencias del consumidor, destacando la importancia de la conveniencia y la experiencia digital. Estas no son simplemente modas pasajeras, sino características arraigadas que probablemente continúen definiendo el panorama de los restaurantes en el futuro previsible.
En este sentido, la industria restaurantera en México se ha enfrentado a un reto sin precedentes como resultado de la pandemia. El distanciamiento social y las preocupaciones ante la enfermedad han transformado radicalmente la forma en que los restaurantes operan y cómo los clientes interactúan con ellos, en medio de estos desafíos, han surgido oportunidades para la innovación, la adaptación y el fortalecimiento de la relación con los clientes. Ante las restricciones al consumo presencial, los establecimientos tuvieron que repensar cómo ofrecer valor más allá de la simple entrega de alimentos. La clave radicó en brindar experiencias memorables y satisfactorias que trasciendan los límites físicos del establecimiento y lleguen directamente al hogar del cliente.
Sin embargo, muchos consumidores enfrentan presiones económicas y buscan opciones más accesibles, lo que obliga a los restaurantes a encontrar un equilibrio entre la calidad y el precio. Además, la competencia es feroz y deben diferenciarse no solo en términos de comida, sino también en experiencias y servicio al cliente. En este sentido, algunos han optado por ofrecer kits de cocina que permiten a los clientes recrear sus platillos favoritos en casa, los cuales incluyen todos los ingredientes necesarios, así como instrucciones detalladas.
La incertidumbre económica, la competencia y la necesidad de optimizar los costos operativos son solo algunos de los obstáculos que los restaurantes deben superar para asegurar su supervivencia a largo plazo. La inflación en México ha sido un peligroso reto para la superioridad de los platillos que ofrecen, algunos restauranteros desafortunadamente han bajado la calidad de los ingredientes para evitar el incremento en los precios del menú, algo que no pasa desapercibido por el comensal.
La gastronomía está experimentando un auge sin precedentes en la era moderna, y una de las razones principales detrás de este fenómeno es la prominencia de listas que sugieren restaurantes, entre otras, están los 50 Best Restaurants y la Guía Michelin. Estas listas, aunque no representan la totalidad de los establecimientos gastronómicos, ejercen una influencia significativa en la industria y tienen un impacto innegable en la promoción de los lugares para comer, que permea en no solo los que sugieren.
Todas estas listas favorecen significativamente a la industria restaurantera al generar un tráfico masivo de clientes potenciales hacia los establecimientos destacados. Estas menciones no solo aumentan la demanda de reservas, sino que también impulsan el turismo gastronómico, atrayendo a viajeros de todo el mundo que desean degustar la excelencia culinaria en su máxima expresión. Además, ejercen una influencia indirecta en la industria al inspirar a otros restaurantes a elevar sus estándares y a innovar en sus propias propuestas gastronómicas, lo que contribuye a la diversidad y la creatividad en el panorama culinario global.